Hola, soy Diana García de México, y aquí te muestro gran parte de mi colección.
Mi fascinación por estos gigantes del pasado comenzó desde la infancia cuando empecé a hojear un libro que tenía en casa. En ese libro aparecían las esculturas del Palacio de Cristal, especialmente las del Iguanodon, que se me quedaron muy grabadas. También incluía un pequeño recorrido por el museo. Desde entonces, ese libro, cuyo título ahora no recuerdo, se convirtió en mi favorito. A través de sus páginas, mi interés por los dinosaurios y la paleontología se intensificó, despertando una pasión que me ha acompañado toda la vida.
Comencé a comprar libros, revistas y documentales sobre dinosaurios y la era prehistórica. Cada nuevo descubrimiento alimentaba mi curiosidad. Adquirí mis primeras figuras, armé mi primer esqueleto de T-Rex y, de manera inevitable, empecé a coleccionar juguetes de Jurassic Park. Recuerdo la emoción de añadir cada nueva pieza a mi colección, viendo cómo se expandía y tomaba forma con el tiempo. Estas figuras no solo eran juguetes, sino representaciones tangibles de criaturas que una vez caminaron por la Tierra, lo que me permitió conectar con la historia de una manera muy personal y significativa.
Dejé el coleccionismo por un tiempo, pero lo retomé en 2017. Esta vez, dejé un poco de lado los juguetes y empecé a invertir en figuras de marcas como Safari y Schleich. Estas figuras ofrecían un nivel de detalle y realismo que me impresionó profundamente. Cada figura nueva que añadía no solo era una pieza de colección, sino también una herramienta educativa que me ayudaba a entender mejor la anatomía y el comportamiento de estos seres prehistóricos. La transición de juguetes a figuras de alta calidad marcó un nuevo capítulo en mi pasión por el coleccionismo.
Al día de hoy, mi colección ha crecido bastante. Me encanta que tengo de todo un poco, desde mis dinosaurios de Jurassic Park/World hasta mis dinosaurios de Papo, Nanmu, PNSO, Rebor, y claro, aún conservo algunas de las primeras figuras que me hicieron retomar este buen camino del coleccionismo. Cada figura tiene su propia historia y un lugar especial en mi corazón. Disfruto no solo de la adquisición de nuevas piezas, sino también del proceso de investigación y aprendizaje que conlleva cada una de ellas. Mi colección es un reflejo de mi amor por la historia natural y mi deseo de compartir esa pasión con otros.
La diversidad en mi colección también me permite crear diferentes escenarios y dioramas, lo que añade una dimensión extra a mi hobby. Puedo recrear escenas de la era mesozoica, combinando figuras de diferentes marcas para lograr un paisaje prehistórico lo más realista posible. Esta actividad no solo es divertida, sino también una forma de expresar mi creatividad y de profundizar mi conexión con estos increíbles seres del pasado.
En resumen, el coleccionismo de figuras de dinosaurios no es solo un hobby para mí, sino una forma de mantener viva la fascinación por la historia natural y la paleontología. Cada figura es una pequeña ventana al pasado, una oportunidad para aprender y maravillarse con la diversidad de la vida en la Tierra. Estoy emocionada de continuar expandiendo mi colección y de compartir mi pasión con otros entusiastas de los dinosaurios. ¡Gracias por acompañarme en este viaje al pasado!