Saludos Extintos
En una encuesta realizada en Instagram, la figura de Tyrannosaurus rex de Schleich se alzó con la victoria frente al Giganotosaurus de la misma marca. Si bien no soy un apasionado de las figuras de dinosaurios terópodos, especialmente aquellos que se asemejan a los de la saga Jurassic Park, el destino me llevó a encontrar ambas figuras en el persa Bío Bío, una oportunidad que no pude desaprovechar, ya que Spinosaurus y Tyrannosaurus rex eran dos especies de esta marca que aún no tenía en mi colección.
Análisis
Aspectos positivos
La figura de Schleich impresiona por su tamaño imponente: 28 cm de majestuosidad y 280 g de peso que la convierten en una pieza formidable en cualquier colección. La coloración verde, con sus sutiles degradados hacia un tono más claro en el vientre, es un deleite visual que captura de cierta manera la esencia de la piel de este depredador prehistórico. La textura rugosa, similar a escamas, acentúa cierta sensación de realismo, transmitiendo la rugosidad de su piel y simulando la flexibilidad que le permitía moverse con sigilo y ferocidad.
La cabeza de la figura no está para nada mal. La lengua y los dientes, esculpidos homogéneamente y pintados de buena manera, parecen a punto de cobrar vida. La zona peri-orbital, con sus detalles y texturas, completan la fisionomía de un depredador. La postura de rugido, con la boca abierta y la cabeza ligeramente levantada, transmite una fuerza incontenible, como si un rugido ensordecedor estuviera a punto de escapar de sus fauces.
Aspectos negativos
Sin embargo, no todo es perfecto en este reino de fascinación. Las patas y dedos de la figura, con su coloración amarillo-grisácea, me sacan de la inmersión. No puedo evitar compararlos con las PATAS DE UN POLLO, una imagen que contrasta abruptamente con la majestuosidad del Tyrannosaurus rex. Los brazos, grandes y extendidos hacia adelante y dedos curvados en una posición rígida, restan fuerza a la imponente postura de rugido. Parecen más bien los brazos de un zombie que los de un depredador ágil y letal. Una buena opción habría sido ponerlos pegados al cuerpo y apuntando hacia atrás.
Recomendación
La figura de Tyrannosaurus rex de Schleich es una pieza que genera sentimientos encontrados. Por un lado, su tamaño imponente, su coloración atractiva, la textura de su piel y cierta fiereza de su postura de rugido la convierten en una figura atractiva para cualquier colección. Sin embargo, las incongruencias anatómicas, las patas de «pollo» y la falta de precisión científica la alejan de ser una representación fidedigna de este dinosaurio.
Para coleccionistas de figuras de línea: Esta figura es recomendable si te gusta tener una variedad de estilos en tu colección.
Para coleccionistas que buscan precisión científica: No es la mejor opción, ya que existen figuras más precisas en el mercado. Podemos mencionar las de la marca PNSO (que si no la viste, haz clic aquí y verás mi reseña) y las esculturas que crear los artistas independientes.
Para juguete de niños: Es una buena opción, aunque cara.
Reflexión:
Esta figura no se ajusta al enfoque principal de mi colección, que busca reunir representaciones lo más científicamente precisas posibles de animales extintos. Sin embargo, reconozco que Schleich ofrece una amplia variedad de figuras, algunas de las cuales se ajustan mejor a este criterio. Lamentablemente, y a pesar de lo querida que es esta figura para mi, debo darle una calificación de 2 estrellas sobre 5.
Buena pieza unas de la antiguas que mostró esa Marca, con colores bien fuertes